Espejismo IV

En esta fila larga…
En donde te encuentras,
estoy yo.

Te pareces a lo que anhelo…

Cómo si fueras costa mar.
Algas, lluvia de ola.
Respirar marino.

Eres delgada y transparente.
Me encantan las mujeres como tú,
de piernas largas y cuerpo frágil.

Déjame que te mire

por un minuto:
Ceñir tu espalda,
moldear tus ojos.
Soñar tu ternura.
Hacer de ti

una escultura.

En esta fila larga…
En donde te miro
y deposito
dinero que no es mío.
Te he encontrado
y desaparecerás
por donde has entrado.

Cada segundo…
De ese minuto.
Lo guardaré y haré pasado,
Para qué de vez en cuando,
te vaya soñando:

Cómo una historia.
Cómo una vida.

Y así, estar tranquilo
Y así, amarte dormido.

IX ( Inedito Primer Libro)

Pude sentir la noche más triste del año…
Fue mía tantas veces
Y a veces yo también fui suyo.

¿Cómo no haberla amado?
Su piel blanca.
Su pelo negro.
Sus ojos.

¿Cómo no haberla amado?
Si antes que llegara,
Mis versos eran suyos.
Como mar al cielo.

Pude sentir la noche más triste del año…
Sentir que ya se ha ido.
Que la he perdido.

Todo fue quemadura…

Pero dormí noches eternas con ella,
En el mar y en esta ciudad.
Indómita era cuando la despertaba al alba.
Tierna entre el orgasmo y mis manos,
Hurgando su cintura.
Me dio la sal de sus besos
En el sueño.

Pero tarde fue.
Nuestro amor nunca se unió…
Torcidas las alas,
El ave jamás voló
Y el viento nunca fue para mi vuelo,
Cielo infinito.

Pude sentir la noche más triste de este año…
Sentir el paso del tiempo sin ella,
Cómo noche sin estrellas.

Oh mujer
No se como pudiste
Contener todo mi amor
Y dejarlo en sombra profunda.

Oh mujer
Tu aroma tengo guardado
De tu pelo mojado,
Cuando anclado a tu cuerpo
Recorría conociendo tus costas.

Ahora…
De otro será tu mirada,
Tu pensamiento, tendida en tu cama.
De otro, tus manos y risa.
De otro tus pasos
Y besos en la brisa.

Caminata

En una banca,
una pareja se besa

con pasión.
Como si ese instante,

fuera la última ocasión

Un regador de parque
hace una lluvia,

sobre él…
Para ver si florecen,
sus amores de ayer.

Y pasan perros
y palomas.
Una señora
Me pide hora.
Hace tiempo
que está sola.
Que no se enamora…

No cree en su hermosura
Ni en hombres con ternura.

Y pasan perros
y palomas.
Una señora
me pide hora.

Pasa el día
frente a mis ojos.
Mientras cruzo con gozo

el semáforo en rojo.

Recuerdo

Si no te trae la corriente…
En esta ciudad no hay mar.
No te preocupes por las olas,
Yo igual puedo recordar:

Las caminatas por la playa
y tus ojos al mirar,
el reflejo de la luna
en las olas al sonar.

Déjame que te sueñe

en este segundo…
Que no te he dejado

de amar.

Cada vez que te imagino
Me recuerdo en la roca

frente al mar.

Todas las veces

que vivimos…
Cuando existimos
y tu cuerpo podía tocar:

Era mar con tu presencia,
Mar que no te paraba de mojar.

Puedo contarte algo?

No quiero salir de aquí.
De estos versos,

que acarician mi nariz.
Me quedo para siempre

en este poema.
Como mi sangre,

entre mis venas.

Cemento

El cemento,
se calienta en Santiago.
El sol hace su ruta
Como calendario.

La sombra de los árboles
Le dan cabida a los Ángeles
que te cuidan, mientras caminas
y no choques ni tropieces con nadie.

Hay mujer!
Que linda te vez.
Tu espalda es como una Pera
y tu boca una Frutilla.
Que si besara nos daría cosquillas.

Hay mujer!
Que linda te vez.
Que no me quitaría
si por mi camino vinieras.
Te atravesaría de un choque.
Y nuestros cuerpos

uno sería.
Parado sobre el cemento.

Espejismo III

Una mujer sentada a mi lado
en un lugar que no diré,
porque ya he olvidado.
Espera a alguien.

Por breves segundos

creo ser yo:
A quien extraña.
A quien imagina,
en sus pensamientos

de amor.

Toma y acaricia el celular,
como si fuera su amado.

El llamado...

Dice: Hola amor.

¿Hola amor?

Y su voz alumbra el vacío de mi pecho…

Tomo también mi celular
Fingiendo una posible llamada:
Y veo nombres en la agenda del olvido.

Suspiro…

¿Por qué se me viene todo el amor ahora?

Frente a la Moneda,
los buses pasan como cuncunas.
El árbol de navidad luce imponente
y me recuerda que alguna vez fui niño.

Una leve brisa
mueve el pelo de la mujer.
Como si el viento
Fueran mis manos.

Y desaparece!
Como si me la quitaran.
Como si nunca se hubiera sentado.
Se va!
Como todo

lo que alguna vez he amado.
Se va!
Como todo

lo que alguna vez he amado.

VII ( Inedito, primer libro)

Cuantas palabras…
han dicho mis lágrimas,
que tú, nunca supiste.

Cuantas palabras…
que han dicho mis ojos,
que tú, nunca supiste.

Pero hay una palabra
que dijo mi boca,
sin hablar:

Mi beso…
En aquella avenida,
Mientras lloraba y te miraba.
Los autos, pasaban silbando
Y nosotros como los enamorados
que fuimos, dormidos en plena calle.

¿Es necesario hablar, entonces?

Era nuestro momento.
Los que nos miraban,
Ellos hablaban, de ti y de mí.
De nuestro abrazo y beso eterno.

V (Inedito, Primer libro)

Con el amanecer
Se iban entregando:

Lo últimos besos
Los últimos abrazos
Las ultimas miradas
Las últimas promesas
Las últimas mentiras

Amo a la mañana, tanto…
Como a ti en mi cama.

Ya eras mía…
Y habías sido mía
Muchas veces
En la misma noche
Gemidos ardientes
Orgasmos sucesivos
Vecinos sorprendidos

En el último amanecer
Mis bigotes de pelos gruesos
Te picoteaban la espalda
Te abrazaba y te besaba
Besos de labios gruesos
Que florecían como los cerezos
En tu beso y mirada
En mi almohada y mi cama.

Atrinque:

Ningún hombre
Te dará tanto placer
Como yo, aunque lo ames.

Ninguno,
Te escribirá como yo
Los versos de amor.
Aunque tenga todas
Las hojas del mundo
Todos los lápices del cosmos.

Ninguno,
Por que ninguno…
Es,…
Ninguno!

Espejismo II

Una cruzada de ojos,
una sola mirada.
En cualquier calle o avenida.
Si te encuentro en la esquina,
por deseo

o antojo.

Oh, amada mía
¡Quizás fueras mi vida!

Y tu amor crecería
como pasto que se riega,
por las mañanas que te esperan.
Con el rocío de mis besos,
con este amor que está preso.

Oh, amada mía
¡quizás fueras mi vida!

¿Por qué no dices nada?
Cuando te miro y no te toco.
Cuando te miro y yo en tus ojos.

Oh, amada mía
¡Quizás fueras mi vida!

Y te quedas ahí parada.
En el semáforo en rojo.
En los supermercados

que compras.
Y te vas apurada.

En las librerías,
hojeas por ratos.
Te miro sin descanso.
Huelo tu pelo a un metro,
cuando estás ahí parada.

Tu perfume dejas,
en una cruzada de ojos.
Una sola mirada
Nos une por deseo

o antojo.

Oh, amada mía
¡Quizás fueras mi vida!

Autorretrato

Soy o creo ser…

Hablador de manos,
Besador de boca,
León de noche,
Regalador de rosas,
Arquitecto en la cocina,
Tímido con los niños,
Amante por profesión,
Aperrado de perros,
Caminante eterno,
Soñador de playas,
Constructor de versos,
Despertador de mañanas,
Autoexiliado por destierro,
Chileno del chile de Allende,
Solitariamente sociable,
Y socialista a perpetuidad,
De manos grandes y dedos largos,
Que tocan mis piernas cortas,
Dibujante de ojos, y nariz de porrón.

Espejismo

Me mareaste

con tu belleza…

Cuando apareciste

por Paseo Huérfanos.

Huérfano estaba,
no pude volver la mirada:

Un tipo que venía

por mi camino.
Choco bruscamente

con la ventana de mis ojos.
Dejándome ciego…

El sol se encandilo,

cuando me miró.

Y cuando por fin logre divisarte...
Entre el tumulto de la gente.
Pude ver como la calle

te tragaba lentamente.

Entonces ya, habías desaparecido.
Entonces ya, habías muerto.

Melancolía

En tu voz,
en el aire que ocupas.
En tu sonido...
En la fuerza que ocupas.
Eres cuerpo, pestaña, pez,
piernas y pelo negro.

Ya pasó un minuto.
De que pensé en ti.
Y soy joven,

Sigo con mis 27.
Sigo presente.
Recuerdo a mi gente.
Y equivocándome

como siempre.

No soy de aquí…
Mi melancolía es victima.
Y no quiero que me la arrebates tú …
Aunque me muera…

Hoy estoy triste.

Siempre lo he sido!

Te doy todo,

menos mi triteza.

Mujeres

Me duelen las mujeres,
como dolor de muelas.

Pensar en sus caderas...
Cuando caminan

y me esperan.
Pensar en sus cinturas,
que he tocado con ternura.

Me duelen las mujeres,
como dolor de muelas.

Mirar sus ojos

y sus labios...
De reojo, no es agravio.

Mirar sus senos

y sus piernas.
En sus ropas

que se internan.

Me duelen las mujeres,
como dolor de muelas.

Verlas besar

a otros hombres.
Sin permiso

y no se esconden.
Verlas abrazar

a sus parejas.
Mientras yo entre rejas.

Me duelen las mujeres,
como dolor de muelas.

Sentir que no me tocan...
Ni que atravieso por sus ropas.
Sentir que no me aman.
En mis noches y en mi cama.

Me duelen las mujeres,
como dolor de muelas.

El Viaje

En mis zapatos…
Aun hay polvo
De la antigua
Línea de tren.

En mis ojos estás tú
Junto a todos los
Lugares que visitamos.

El día en la playa
Que jamás olvidaré
Compañía de perros,
Como si fuera costumbre
Vernos caminando.

Quizá, no fue la primera vez,
Quizá hubo otra vez
Y que repetimos ese día
Como en cada vida que vivimos,
En cada tiempo pasado.

Tus ojos son los de antes,
Llevas la mirada de Alicia
Que te cuida, en cada paso que acaricias.
Pasos que llevan el sonido del mar.

Eres contenta,
Me gustan tus piernas,
Tu tranquilidad
Tu ternura
Y también, cuando fumas.

En mis zapatos
Aun hay polvo
De la antigua
Línea de tren.

De la cual,
Algún día me marché,
Y ese sábado desenterré
Y regresé.

I ( Inedito, Primer Libro)

En la quebrada de santiago…

Todos nos vieron pasar besándonos
Caminando riéndonos, de la mano.
Mientras la mañana fría
Helaba tus pasos, frente a la moneda.

Apareciste,
Como un relámpago,
Como un fantasma fugaz,
Justo en el momento, en que te olvidaba,
Con la tristeza que ya me conoces, que ya sabes.

Apareciste,
Como un destello, pero breve.
Dejando todo iluminado
Otra vez en mi pecho.

Eres como el tiempo, que pasa…
Y cuando nos damos cuenta, pasa y pesa.

Eres sonido de pileta, piscina de mendigos.
Barco con timón averiado, solitario.

Mi ansiedad única,
Adrenalina excitante,
Cuando estaba
Por ir a encontrarte.

Tomé

De tu casa, se ve el faro con tus ojos…
La gente, la plaza.

El morro, te cuida con mis manos,
El mar te besa cada día, si me mientes, si me olvidas.

Y me quedo en tus piernas, en tu regazo.
No pienses nunca el los fracasos.
Fui feliz, un día, lo puedo ser.

No sabía que la luna, tuviera tus manos
y ese abrazo y beso, en la iglesia.
Fue

lunada en día,
Toque tus labios y el mar rugió,
Y en Dichato, sentados nuestro amor nació.

El hombre de la cocina

Pa` destapar la cocina…
Pa` destapar la cocina…

Dice un vendedor
En la alameda
Canoso hasta la piel.

Pa` destapar la cocina…
Lo dice, sin parar.

Nunca lo he visto vender algo,
Y sigue ahí invulnerable
Negandose al paso del tiempo.

Siempre está perfectamente
En el mismo lugar. ¿por qué?
En un persa vendería más
O en una micro, quizá
Pero está,
Donde la ola revienta.
Donde el mar tiene sus brazos,
Corriente que encaleta al congrio.

Él, con una chaqueta gris,
Parece parte del edificio,
Parte de la estructura,
Donde revientan las miradas
De los pasantes.

Es pilar ,
Y si algun día
Llegara a faltar,
Cocinas tapadas lo llorarían,
Sin poder calentar.

III (Inedito, Primer Libro)

Ahora te vas, que estoy bien.
Ahora te vas, que muero por ti.
Ahora te vas, que ya nos hemos amado.

¿Ahora?

Ahora te vas…

Ahora, que Santiago te besa la espalda
Y todas las luces, son mis ojos
Y la pared mis ansias.

¿Ahora te vas?

Ahora…

Un silbido de transeúnte,
Rompe el silencio de la despedida,
De nuestras miradas.
De nuestras caras de final.

En los latidos de mi corazón,
Se pierde la sensación de la vida,
Pasando por el rincón de los pensamientos.

En tu mirada, tus pupilas se abren…
Y tu vista se aleja de mi
Como cuando me voy
Y dejo carreteras andadas.

Con tu silencio,
Con tu agobio a un cambio y a mis palabras,
Malgastas el último momento.

En los latidos de mi corazón..
Se pierde la sensación de la vida,
Pasando por el rincón de un sentimiento.

La calle

Una señora que no tiene noche
Me comenta sin conocerme:
“En este basurero

hay muchas cosas que me sirven”

Recoge basura, como quien compra fruta en el mercado...

Al lado un tipo,

se vuela con una bolsa de pegamento,
Guardando en ella la culpa

de campañas de gobierno propagandistas.

Me canso…
Miro a la luna, veo tus ojos
Me tiñes de amor
Y me declaro culpable
Por que prefiero tu presencia
Antes que un mundo mejor.

Noche de día,
De gente perdida.
Basura, comida.
Que pasó en sus vidas?
Su soledad intranquila.
Su felicidad de esquinas.

Benji

El perro de la calle Roberto Espinoza,
Ya me conoce.

Benji!!!
Le dijo una señora,
Cuando yo desde mucho antes
De saber su nombre,
Ya le había puesto ese apodo.

Es amigo de quienes lo conocen,
Me costó su amistad…

Cuando un día él perdido,
A su casa lo fui a dejar…
Andaba borracho y solo,
No se entendían mucho sus ladridos.

Lo encontré en el metro…
Quizá esperando o dejando alguien,
Quien sabe.

Perro indigente,
Su cama es el regazo de un árbol
Y en su cuadra la gente le da de comer…
A cambio, como agradecimiento
Duerme eternas siestas, da gusto verlo dormir…

Es feliz cuando come y duerme
Como todo buen perro.

Perro indigente, el Benji lo nombran,
Vive en una cuadra de la calle Roberto Espinoza.
Si quieres su amistad, te costará…
Salvo que lo encuentres borracho y perdido
Y a su casa vayas a dejar.

Miro

En la avenida que da a mi ventana,
Los autos jamás se detienen.
Carretera infinita.
Ruido marino.

Mientras yo, como siempre…

Hojeo, hojas
Antiguos versos

Miro mi escritorio,
Mi lámpara compañera…
Que si fuera mujer
Le haría el amor,
Para apagar su luz
Y beber su sudor.

En la esquina que miro
Roba-autos esperan su presa herida,
como cóndor de rapiña.

Una pareja llora,
y dos perros pelean por un hueso.

Un indigente comienza a encender su fogata,
el sol desaparece en los cerros
y por el arrebol, pasan aviones con pasajeros
Tristes, alguien deja a otro.

Almas se separan, como amantes en madrugadas.

Regreso a mi escritorio:

Mis versos antiguos,
Toman presente con el segundo vaso de vino…

Mientras pasa una ambulancia,
una mujer recuerda su pasado,

recuerda que fue de él...

Mario el del gas

Mario el del gas
Se esconde en su cuerpo…
Porque mejor no sales de el
Antes de que sea tarde?

No vaya hacer que cuando decidas salir,
Ya no esté el perro de la esquina
Ni la vecina
Ni la cortina que compró tu esposa
Ni los platos de loza
Ni la señora rosa
Que atiende en la panadería
Ni la carnicería
De tu amigo Juan
Que es donde sueles estar.

Mario, el del gas se esconde en su cuerpo
Y no en la ciudad.

Cuando Mario, mi amigo que fue,
se de cuenta…
todas las bancas donde el solía beber y drogarse
quedarán vacías.

La botillería notará su ausencia diaria
Y a su hija le sobrará la droga.

Los amigos ya no lo verán pasar,
Vendiendo el gas.

Llora

Llora…
Que eres el último crepúsculo,
Lo más cercano a un sentimiento.
Eres lluvia y su sonido,
Llevas su olor, tierra mojada al alba.

Llora…
Que en la cordillera no queda nieve
Y los ríos y tranques están llenos.
Recuerda que vuelas como polen
Y suenas como piedra.

Llora…
Que tus lágrimas,
Son manantial
Que dan vida al mar.

Llora…
como lluvia que eres,
y mójame,
y que cada gota
que me toque
me desnude
ante ti.

¿Sabes donde estoy?

Sigue el camino de flores…
Que he dejado, desde tu puerta, al mar.

Camina.
Descálzate,
pon tus pies en la arena.
Sentirás tibio, ese es mi calor.
Ahí estoy. Ahí estoy.

Camina.
Mójate los pies.
Quedarás salada, ese es mi sudor.
Ahí estoy. Ese es mi sudor.

Camina.
Adéntrate un poco, donde las olas te toquen.
Las olas son mis manos acariciándote.
Ahí estoy. Las olas son mis manos.

Levanta la vista…
Mira al cielo, buscando la primera gaviota.
Esos son mis ojos cuidándote.
Ahí estoy. Mirándote desde arriba.

El ruido del mar, mi respiración constante.
El viento, mi cuerpo abrazándote.

Estoy en todas las orillas,
de todas las playas.
Soy corriente errante,

que te espera desde antes.

Suspiro Primaveral

Tengo frío…

Como excusa, para abrazarte.

Para tocar tu hombro con mi mano

y así sentir tu piel,

Como la primavera siente a los jardines.

Tengo frío…

Como excusa, para abrazarte.

Quiero sacar tu polen,

como la primavera

lo hace con las flores.

Quiero ser picaflor en tu boca,

sacar tu miel y beberla hasta embriagarme,

aunque sea a gotas.

Estás en todos los lugares

en los que estoy,

tienes el aroma de todas

las flores de Santiago.

Eres cada jardín de casa, cuidado.

Eres agua, que me refresca, cansado.

Calle en que camino,

lugar de mi destino.

Tú, mujer…

Que roba mis suspiros.

Para que me escuches

En los versos que escribes…

Tu lápiz descansa en tu mano

como una niña descalza,

de cualquier casa,

de cualquier ciudad.

Como me gustaría ser,

ese lápiz que acaricias.

Te pareces a mi pasión

en tu voz, cuando la escucho.

Te pareces a mi pasión

en tu voz, cuando la escucho.

Y me haces soñar

en los laberintos,

del extrañarte,

del no conocerte.

Llegaste cuando todo perdía su color…

Fuiste arco iris,

En blanco y negro…

Y yo pude ver tu color

Como tu sudor,

Ahora en el lápiz

Que tomas,

En los versos que escribes.

Te pareces a mi pasión

en tu voz, cuando la escucho.

Te pareces a mi pasión

en tu voz, cuando la escucho.

Ríos

Llevo ríos recorridos…

Fuí piedra entre piedras

y me quedé por años

en ríos que se secaban.

Años, en ríos que no paraban.

De tanto, tanto andar…

Me fuí puliendo,

hasta quedar como una piedra redonda.

De esas que juegan los niños.

Vi las estaciones pasar,

y me quedé en una primavera

Que no puedo olvidar.

De tanto, tanto andar…

Me cansé,

y me di cuenta

de la diferencia entre

el dinero y la plata.

Me di cuenta de que

No me interesaba

Ninguno de ellos.

Pues mi vida me la he pasado

de pirquinero o mejor,

de lustrabotas para poder vivir.

Y así poder estar aquí,

y ahora a solas,

soñando tu presencia

esperándote en horas eternas

Como olas,

imágenes presentes en mis pupilas.

¿Sabes?

No hay nada mejor

Que escuchar

Como te trae el río.

Como aun suenas

Pulida y redonda.

Suenas como la lluvia…

Que es el sonido que más me gusta

De esta gran ciudad.

Te espero III

Me arrepiento de todos los errores cometidos,
Aunque no sé si fueron todos errores.
Errores que hoy me hacen fuerte,
y provocan seguridad en mujeres que no amo,
que no me conocen, que me acarician, me sienten
y besan.

Resulta cansado amar sin amar,
Desear por desear.
Caminar con ellas sin corazón,
Como puerto oscuro, sin su farol.

Oh , lunada…
Eres en la única en que puedo descansar…

Oh, lunada…te he soñado e imaginado en otras mujeres,
que he tocado y echo el amor, pensando en ti.

Oh , lunada…
Podría hacerte a ti, con todas las mujeres que he besado.
Y aun te seguiría esperando y extrañando.

Que espera mas larga.
Que sudor más frío.

Lunada, tú ya sabes…

Tengo el aliento de muchas playas
Que he conocido sin ti.
Y en mis zapatos las arenas de todas ellas.

Tengo las brisas,
Los atardeceres,
Los botes,
La gaviota perdida.

Tengo las bancas de árboles,
las Nalcas,
las Docas,
las rocas.

Tengo mi ropa caminando por alguna parte. Estoy desnudo.

Así te espero, lunada en luna.

11 de Septiembre

El Río Mapocho, suena pesado…

Cargado,..

Está rojo, lleva sangre de enojo.

Los desaparecidos, aparecen

Y los pacos y marchas militares

Vuelven con sus pasos asesinos

En democracia.

¿Democracia?

Aquella noche…

Los asesinos salían a las calles

Como perros de casería,

Y quien diría, yo te hacia el amor...

Impaciente te besaba

y se escuchaba una molotov.

Aquella noche la luna

Te alumbraba la cara,

Yo miraba por la ventana

Las fogatas y pensaba:

Que hubiera sido si Allende

lo hubieran dejado gobernar.

Yo sin parar te hacia mía, el chile…

Como suyo es allende el amor del pueblo

Que juntos jamás seremos vencidos.

Ahora y siempre

Hasta la victoria siempre.

¿Donde estás?

Su aroma

Es suave y tranquilo.

Como paisaje y camino.

Pero su cuerpo

Es como mar embravecido.

Chocando las rocas.

Espantando gaviotas.

Sus ojos son desnudos,

Tiene olas y holas.

Son negros, como su humor

Intranquilo temblor.

Su razón…

Bosque interminable

Con horizonte.

Atardecer deseable.

Su razón, corazón…

Que estalla,

Si no llega rumor.

Incógnito su amor,

Que guarda como su temor.

Eres intranquila…

Por eso me gustas,

Eres como el mar

Siempre te miro al pasar.

¿Cuándo nos vamos a cruzar?

Cuando saldremos a caminar,

Por las calles que aun

No haz podido pisar.

Te espero ll

Tú, estás tan cerca…
Como mis ganas de verte.

¿Menguante o creciente?

Llena, de luz…

Es así como mi pensamiento
Y mi cuerpo te piensa
Y te sueña. Sureña.

Sur y leña
Olor y pequeña.
Luz de faro de tu
Pueblo que te toca
con mis ganas y te mira
con reflejo centellante.

Esperante errante
Soy y seré,
mientras tus pies
no pisen los míos.

Y tu boca no choque
con estas letras
que quieren ser voz
en tu mirar y tu camino.

Te espero

¿Si tus manos fueran tus ojos?

Y tus ojos, tus piernas largas
desnudas cuando las toco.

Y yo…
Tu nariz
Oliendo
Los aromas
Que solo tú sabes
Que solo a ti te gustan
En el jardín interior
Que descubro antes de conocerte
Antes que te conozca.

No dejemos pasar tanto tiempo…

Que el futuro,
es incierto
y el pasado
pisadas.

No tengas la mirada del miedo,
Que no te anule como en días
Austeros.

Se canto de gorrión en mi ventana
Se tú, sin ceros,
en este día y
en noches
como un faro espero.

Más que la vida

Compadre,..

Tú, nunca me entenderás.

¿Sabes por qué?

Porque…

Tú, eres menor que yo

Y yo soy el que tengo

Que adaptarme a ti.

Compadre!!!

Tú, puedes saber lo técnico,

“la cabeza!,..

Pero la experiencia

Es la que te lleva a la vida.

Te llevo 30 años de diferencia,

Yo sé por que te lo digo.

Tranquilo,

¿Te doy un consejo?

Conócete y compréndete.

Bueno, lo intentaré viejo.

¿Cómo que viejo?

Bueno papá.

Nosotros

Si existiera una mujer,

Me gustaría que fuera como tú.

Que me mirara como tú.

Que me escuchara como tú.

Que me besara como tú.

Que me quiera como tú.

Si existiera un hombre,

Me gustaría que fuera como yo.

Que te mirara como yo.

Que te escuchara como yo.

Que te besara como yo.

Que te quisiera como yo.

Si existiera una pareja,

Me gustaría que fuera como nosotros.

Y que los parques y plazas

Nos vieran amar,

Y que las calles nos llevaran

Con besos y tomados de la mano…

En las esquinas quedarnos parados

Y mirarnos…

Como ahora cuando estás a mi lado.

Término

Termina un final, y comienza un principio.

Gracias a todos los que pasaron por mis antiguos escritos,
espero que les gusten los nuevos.

SALUDOS

WaNKO...

Ultimos versos

Es mejor sufrir por amar,

Que sufrir por nunca haber amado.

Sentir que uno ama

Que alguien es todo,

Es realmente todo.

Tú estuviste conmigo

Sin amarme, me usaste.

Por eso:

Maldigo el día en que te conocí

Y todos los días en que creí

Que me hacías el amor

Y solo fue para ti

Sexo sin amor.

Amores así, cobardes

Como el tuyo

No tienen futuros ni fin.

Personas como tú,

Son para personas como tú.

Que caminan sin detener la mirada…

Ojala la detengas cuando estés vieja y cansada.

Todo daño al corazón

En esta vida se paga.

Perderás la vista

Y te pudrirás

Con tu propio sudor

De guerrera sin alma.

Ya que el sudor mió

Que derrame en ti

Fue de verdad.

Y no te salvará

Ya que al sufrir yo,

Sufre el mar y todas

Las cosas que me gustan.

Aunque en noches

Como esta te hice el amor,

Y mi corazón hoy no se conforme

Con haberte perdido, estos

Son los últimos versos que te escribo.

Poema desesperado

Han botado una planta,

Con macetero y todo!!!

Han botado una planta,

Con macetero y todo!!!

La recogí y regué.

Ahora está verde…

Pronto la botaré

No es mía

Y jamás lo será.

Han botado una bandeja

De madera!!!

Han botado una bandeja

De madera!!!

La recogí, lavé…

Pronto la botaré

Nunca fue mía

Y jamás lo será.

¿Es así el amor para la mayoría,

Para ti?

¿Es así el amor, como se vive

por estos días?

Para que amar entonces!!!

Tendré que hacer el mal, para no sufrir

Y andar de la mano por los parques

Enamorado.

O simplemente no amar jamás…

Si alguien tiene el amor ahora,

Por favor dígame que es realmente…

Yo ya no consigo entenderlo.

Que alguien me salve,

Antes que deje de creer

Para siempre en el.

Lunada

Si estás tú, lunada…

Todo lo que brilla está demás.

Ni los luceros,

Ni los miradores

Con sus amores,

Ni las primaveras

Con sus flores.

Si estás tú, lunada…

Todo lo que brilla está demás.

Ni las estrellas,

Ni las luces de esta ciudad,

Con sus buses y autos al pasar.

Si tú estás, lunada…

Todo lo que brilla está demás.

Brilla y ruge, lunada…

Y no me dejes,

Permíteme que descanse en ti

Aunque sea una noche de tu brillo

Como dos estrellas fugases al pasar

Sin destinos.

Que no necesitamos nada más,

Que si me das tu voz estaré mejor.

Que si me pones en tu regazo estaré mejor.

Que si me das tu abrazo estaré mejor.

Y la luz de mi faro volverá

A guiar a los flotantes,

Saldré de este estado errante.

Pasos

Estos días…
Cuando las calles me tragan
Camino, con los pies y mi ropa
Tratando de olvidar.

Veo ferias con olores a pescados,
Lechugas, zanahorias, ajos, cebollines.


En una esquina una señora barré la vereda
Que jamás quedará limpia,
Y un peruano llora porque
No tiene dinero.

El sol sale a veces
Y las nubes están como
Algodones negros.

Los perros me miran
Cuando los llamo,
Un grupo de palomas comen
Migas de pan que les tira
una niña que es feliz.

No sé si esto existe…
Cuando una anda como muerto
Caminando, con pies y mi ropa
Tratando de olvidar.

En el fondo del mar

El infierno

O el cielo

Me da igual.

Prefiero el fondo del mar...

No me metas presión…

Aprende de mí, que soy un tipo

Triste y feliz, sin religión.

Yo lo hubiera echo mejor,

Si tú,

Por un segundo

Me hubieras echo el AMOR.

Pero yo puedo cambiar

Y puedo soñar, arriesgar.

También puedo amar

Como nadie,

Y nadie me va a parar.

No soy un muñeco de trapo,

Ni salto como sapo

No soy zapato,

Aunque mi vida sea un fracaso,

Se de mi, sin que nadie me diga

El por qué de la vida.

Aunque y todos

Sabemos que no hay salida,

Que esto no da para más.

Yo soy la puerta para el rayo de luz

Que brillará,

Para los que vengan después de mí.

Y tú, solo serás una más…

Entre tanta ciudad

Que mira por la ventana

Buscando una estabilidad

Que no existe y que solamente

Yo te la hubiera podido dar.

Tu voz

Juro que te vi…

Mientras me arropabas

Como la luna, al mar

Mi lunada.

Vi como tu cara

Me guiaba, faro centellante.

Pude sentir tu mano en la mía

Y ver tu pelo negro

Que caía como

Manantial de vida

Sanando mis heridas.

Te pude ver

Dentro del hilo

De tu tono de voz.

Llena eres de almas!!!

Tomaste la mía

Y desde ese día

Mi alma

Iluminarán tus ojos

Que todavía no conozco.

Lunada…

Dejaste mi noche

En día,

Regaste mis plantas

Fuiste lluvia en desierto

Suero de enfermo.

Y me acercaste a tu luna.

Y me sentaste en tu duna.

Tu regazo me tuvo,

Y ahora me acerco a tu luz.

Llena eres de almas!!!

Adiós

Tienen que saber
Que se a muerto
Hasta mi último paso.

Mi suspiro vuela hacia
El cielo,
Como globo de niño
Perdido,
Como mendigo
Y su perro herido.

Estoy sin abrigo
Y el frío me hace calor
me quema y soy polvo.

Por fin soy nada!!!

Mi sangre y mi cuerpo
Está tirado,
En alguna poza
Del litoral
No me busquen
No me encontrararán
A los muertos hay que dejar descansar.

Ya me voy…
Dejen que me vaya…

Tienen que saber
Que se a muerto
Hasta mi último paso.

Dejen que me vaya,
Que ya veo a los míos
Dejen, que está todo tibio.

Por fin soy nada!!!

Ya no siento.
No tengo rencor.
No tengo razón
Estoy más allá del sol.

Desde aquí veo
Todas las puertas que crucé
En todas me equivoqué.

Dejen que me vaya,
Que no tengo ganas de seguir.

Renuncio al mar.
A mi perro.
A mi familia.
A mí.
A mi té.

Renuncio a la tierra,
Me voy a las estrellas
Me voy sin tregua

Como lluvia
Que me detiene
Mientras el cemento
Me sostiene.

Esos Días

Tú, con tu café.

Yo, y mis dos tazas de té.

Te susurré, que ese día

No debía terminar

Me abrazaste y no paraste

De besar.

Fui tuyo ese día…

Fuimos al mar

Y en una roca cuadrada

Vimos la noche pasar

Y en una punta de estrella

Nos bebimos una botella

Y buscamos los secretos del mar

Mientras una fugaz nos saludaba, bella.

Tú no la viste…

No te quise contar,

Le pedí tres deseos

Uno de ellos se cumplió:

Que no me dejaras de amar.

El paisaje ya estaba

Y tu cara también.

Fui tuyo esos días…

Fuimos al mar

Y con Neruda

Nos dedicamos a pasear.

Nos enseño su casa

Y con lágrimas en los ojos

Miro el mar,

No sé si por pena o por felicidad

El siempre recibía a los amigos

Con mucha emotividad.

Fui tuyo ese día…

Fuimos al mar

Y al puerto fuimos almorzar

Gaviotas, lobos marinos,

Pelícanos, perros y el mercado

Nos esperaban,

Al caminar la gente nos abordaba

Para ir a comer,

En la playa los barcos zarpaban

Y mi corazón cada vez soñaba.

Fui tuyo esos días…

Y este día en que te escribo,

Me da otra vez por soñar,

Ya siento que me amas,

Esos días fueron de amar con el mar.

Ella

Ella…

Es como su cuerpo,

Blanco y transparente

Como el viento que se siente

Que me besa de repente.

Pero sus manos…

Son frágiles, como las rosas

Que florecen si me tocan.

Sus piernas…

Son largas y firmes,

Delgadas y suaves.

Bellas de donde se miren.

Como faro centellante,

Cuando pasan los flotantes.

Sus brazos, tallos de rosa sin espinas.

Sus pies, espadas cuando caminan en despedidas.

Su boca, mi horizonte.

Su voz, su razón

Pero lo más que me gusta de ella,

Solo ella lo sabe y los transeúntes

Que escuchan mis susurros al oído

En los semáforos en rojo, con mi abrazo.

Si supieran lo que le digo….

Soy como un mar embravecido,

Cuando solo la miro.

¿Cómo?

¿Cómo amarán las palomas?
Si cuando vuelan, cambian de pareja.

¿Cómo amarán los perros?
Si cuando aman, todos buscan a la misma.

¿Cómo amarán los indigentes y los médicos?
Si luchan día a día con la muerte.

¿Cómo amarán los ciegos?
Que solo te sienten y no te miran.

Como te amaré yo…

Cuando no te vea, ciego.
Cuando vueles, paloma.
Cuando otro te ame, yo un perro.

Como te amaré cuando te vayas,
Y yo sea un indigente que los médicos
Ayudan para no morir.

¿Quieres saber como te amaría, cuando tú ya no estés?

Lucharía con el reloj y con las distancias,
Construyendo un futuro, paralelo al tuyo.

Esperando el día en que te diga:

Despierta cariño…
Que ya son las 8:00,
¿Te preparo el café?
Que esta historia no termina.

Nuestra noche

Esa noche…

¿Recuerdas?

Se paraban los gorriones

En el balcón.

Esa noche…

¿recuerdas? No te olvides!!!

De que fuimos uno,

Y juntos fuimos todos.

Imparable tráfico

Que no descansaba.

Como yo en ti,

Cuando en mi te encontrabas.

Marea alta,

Rocío de ola.

Ahora es noche siempre,

Nuestra noche.

Ahora la noche nos pertenece,

Como mar a sus peces.

Pan y Vino

No sé, que será…

Pero me encanta

Como cortas los tomates

Y como sacas la palta de su cáscara.

No sé, que será…

Pero es que me encanta,

Como juntas los tomates

Con la palta ,

Y le agregas el pavo, al pan

Y los envuelves en servilletas.

Dichosa bolsa que lleva,

Ese arte en su regazo.

Dichoso yo, verte…

Como me preparas comida,

Con tanta delicadeza

Con tu femenina calma.

Te ves excitante

Cuando cocinas.

No es que sea machista.

Solo es que te imagino

Entre el pan y un vaso de vino.

Ofeliz

He llegado a tu mar

Y me he bañado en el.

Te he nadado…

Y no he dejado orilla sin caminar,

ni playa sin conocer.

Estoy consumido de sal de tu mar,

Mar interminable…

Que con el reflejo de la luna,

tu playa blanca se mueve y ruge.

Eres mar en ciudad, sin mar.

Toco y miro tus dunas…

Me trago tu aliento, brisa marina.

Toco tu cuerpo, arena blanca suave.

Toco tus piernas, sirena de roca.

Acaricio tu pelo, algas marinas que toco

y que llegan a tu manantial de besos

que me llevan a tus profundidades

de aguas tibias de placer,

costa blanca, rojo atardecer.

Amor

Amar hoy

Es amar mañana

Y antes…

Amar, amor

Tan lejano, tan olvidado.

Reivindico el amor,

La sensibilidad y la poesía.

Moriré por ello, si es necesario.

Pero jamás me traicionaré

Ni por ti, ni por nadie.

Amaré como amo

Porque es mi amor

El que me hace navegar.

Mi barco,

Siempre ha sorteado

Tormentas…

Y es allí,

cuando me siento en plenitud.

En la proa a punto de caer,

Las olas golpeándome.

El viento abrazándome.

El frió apretándome.

Buscando la ventana

Que me abra la puerta

De tu corazón.

Nada

Si un beso,
no cambia nada.

Entonces:

Un beso es nada
y la nada es un beso.

Tú, lluvia.

Mi frente en la ventana,

que da a la ciudad…

miro la cordillera

que te verá pasar.

Avión que vuela

Sobre el nivel del mar,

yo acá…

sobre el nivel de amar.

Te miro, Santiago

esperando el avión aterrizar.

Lloverá!!!

Estoy casi seguro…

Y mojarás a las personas.

Y saldrán volando palomas.

Y darás cuerda al reloj de la catedral.

La lluvia serán monedas para los mendigos.

Y alimentarás a las rosas que te regalaré.

Saldré a la calle sin paraguas y me mojaré

como si fueras tú, la lluvia besándome.

Me bañare en la primera poza

que encuentre, como las palomas.

Jugaré una partida de ajedrez en Plaza de armas

Y ganaré.

Pasearé un domingo,

por el Persa Bío-Bío

Y encontraré una copa de Neruda original.

Hoy no habrán marchas militares

Frente a la Moneda,

y los pacos llorarán de culpa.

Tú, lluvia.

Desnudarás a la ciudad

y dejarás a la vista las mentiras.

Desapareceremos, tú y yo.