XXXII

Acostumbro a buscarte
entre miradas de transeúntes…

Como si fueras tú, dentro de ellos.
Como si fueran tus ojos que aparecieran
dentro de ese segundo que queda,
de la incertidumbre del saber si tú eras.

Es tan largo el segundo y tan corto el ahora…

Me doy vuelta y no me convenzo…
Te pierdes otra vez entre la gente…
Mi corazón va corriendo a mirarte..
mis pasos quedan parados a media cuadra.

Tu aroma lo busco en las florerías,
En el pasar de la gente,
en la vaho de los ascensores.
En las librerías antiguas.

Tu caricia la miro en las manos de las parejas
que se aman en los parques…

Tu mano tomo en los pasamanos de las micros y del metro.
Cuando me seco las manos, cuando toco mi cabeza.

Te beso en los dos vasos de té que tomo a diario
y en los jarros de cerveza que bebo con amigos.

Te escucho feliz en el viento del sur
Y te seco las lagrimas con el viento del norte.