Mi alma
no me sigue
y mi cuerpo
ha salido
mal parado.
Me vi solo
en la biblioteca
esperando
entre rejas
paralelas,
la libertad
que me
quitaron los PACOS.
Te digo:
ya borré
el camino
y tus pasos.
Llegas tarde
a todas partes,
pero tempraneaste
en mi corazón.
Me diste
con tu lanza
en mis ojos.
Y ahora no
vas a saber
que hacer,
si estaré
en todos los ojos
de los perros
callejeros.
Te digo:
ya borré
el camino
y tus abrazos.
Pero mi lanza
no tiré.
Los
poetas
ven,
pero no creen.
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