Estoy en La OMIL,
Donde mil
caras tristes
y cansadas
Esperan al llamado
de su nombre,
en la sala
Como si se tratara
de una condena.
A Sabiendas y esperada.
No falta la chilena...
buena, hermosa.
Esquivadora
de mi mirada,
Y la de todos.
Que ilumina
la sala de espera.
Aseguraría
Que ha estas horas
De la mañana...
Es la más bella
Entre peruanas
y colombianas.
Toma su pelo
Varias veces
Como si
Acomodara su almohada
Cuando llega el fin
De su jornada.
Tiene una chaqueta blanca
De lana.
Como una nube se mueve,
ordeñada por el viento
De mi mirada.
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