Caminemos hasta el cerro,
O vamos ahora…
Al Parque Forestal.
Nunca fuimos de bancas
Ni de miradores
Sólo nos gustaba el mar.
Sabe a mar el mi amar
en todas las arenas.
Cómo el viento en sus ojos,
en la tempestad.
No resultaría extraño
que vuelva a llover,
porque la nubes se encargarían
de hacerte llorar,
otra vez.
Sabe a mar, mi llorar
en las calles de santiago…
Son gotas de tanto amar
Que caen sin soñar.
O vamos ahora…
Al Parque Forestal.
Nunca fuimos de bancas
Ni de miradores
Sólo nos gustaba el mar.
Sabe a mar el mi amar
en todas las arenas.
Cómo el viento en sus ojos,
en la tempestad.
No resultaría extraño
que vuelva a llover,
porque la nubes se encargarían
de hacerte llorar,
otra vez.
Sabe a mar, mi llorar
en las calles de santiago…
Son gotas de tanto amar
Que caen sin soñar.