Siempre haciendo las mismas calles,
en esta gran ciudad.
Acostumbrado o acostumbrando
a estas calles, casas y Edificios a mi.
Galerías que solo paso por fuera.
Y se escucha: Adelante.
Acostumbrado…
O encerrado en ellas,
en estas calles,
grises calles.
Que les veo belleza y ternura,
ojos y cuerpo.
Aroma a peluquerías,
confiterías, librerías.
Que Perfume mas caro!
Sigo aquí, Caminando…
Por estas calles sigo tarareando,
a Ismael serrano lo sigo cantando,
cuando paso por la Moneda mirando.
Algunos semáforos me detienen
y otros me dejan pasar…
Mientras estoy parado en una esquina tumultuosa,
miro al frente y la gente esta con sus motores acelerados
para ir quizá donde, esperando el verde de la luz.
Yo siempre miro ha esa gente por si te veo.
En fin, siempre me equivoco y no eres tú,
y cada vez que creo verte, te dejo ir tranquila…
Hasta que te pierdes…
Yo trato de escuchar tu voz, entre el ruido de los autos.
Leo tus labios cuando hablas por celular.
Dices: te extraño.
Te pierdes...
como se van perdiendo las vistas de las playas,
y con ellas los atardeceres.
Te pierdes...
como se va perdiendo y tapando el cielo con los edificios,
y con ello las estrellas.
Edificios plomos que les caen gotas de agua de aire acondicionado,
Aparentando una repentina nube de lluvia.
Ahora llueve, es verdad.
No me creerás pero está lloviendo.
Cuando me desperte llovía y
estaba todo mojado y oscuro.
Y ahora sigue lloviendo.
Y yo haciendo las mismas calles.
Sabiendo que no será la última vez.
La última vez que leas mis versos,
anunciando la lluvia.
Que no será la última vez que mis versos sean gotas de lluvia
que se juntan en el suelo y se forme un pequeño poema,
o por fin la poza, que moje tu bota.
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