XXVI

No hay tardes y noches
en que no me sueñe a tu lado…

Caminata eterna estelar,

dentro de tu cielo.
Universo infinito,

galaxia que lleva tu nombre.

Que suerte sería coincidir

con la calle que cruzas.

¿Como serían mis ojos al verte?

Por fin mis pasos se detendrían,

al contemplar tu pasar

por nose que calle.

Que es la que cruzas

cuando sales de mañana.

Sería mañana allá y tarde aquí.

Una mañana de tantas…
En que el sol nace en Europa.
Una tarde de tantas….
En que el sol muere en América.

Sería igual que siempre.
En que las horas y los días,
se separan como amantes perseguidos.
Para dar origen al tiempo relativo,

imparable y razonable.

Tiempo único entre tu y yo,

invisible al tacto.

Pero se escucha como viene!
Como navega, como vuela,
como corre, como descansa,
como espera, como tarda.

Como se extravía en noches como esta.
En donde no se ve y solo se escucha,
el ruido de su venida.