Estoy sentado en una sala de espera.
Espero a mi madre de una cirugía a los várices.
Mi padre está al lado comiéndose las pocos uñas que le quedan.
La doctora ha salido hace un rato y nos dijo que la operación estuvo bien.
Ya se termina la espera y el pensamiento en ella.
Mi mente un poco cansada no sabe donde ir, piensa en fumar.
Que es lo más lógico, o en que llegue luego la noche
para descansar de estos momentos de tensión.
Mis manos se desplazan por las teclas
buscando como la sangre a sus venas,
sin salirse de su dirección.
Como un tren a su riel.
Porque mis versos
Sólo tienen palabras
Arraigadas a su letra.
Nos llaman para verla,
La anestesia le hace
Decir algunas incoherencias
Luego se queda dormida.
Yo cruzo miradas con mi padre ya sin dedos.
Y a mi me tirita el ojo izquierdo.
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