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domingo, 12 de septiembre de 2010

Yamiré



Los encuentros.


Los espejos

que te dicen

si vives.


Los esqueletos

que llevan

la carne

y la sangre.


El alma que mira

para saber

si es mentira.


Los ojos.

El pelo.


Que pintas y ordenas,

como mar a la arena.


Serena

estaba la tarde

cando llegué

hasta el lugar

más

intocable

Por el dedo.


Hasta el lugar

más

impensado

por el pensamiento.

1 comentario:

Felipe dijo...

Sugerente fotografía y mas emocionante el poema. Me gustan los espejos. Creo que todos los poetas en verdad somos espejos y lo que escribimos es el reflejo de lo que vivimos.

Los putos pacos estaran siempre, es el instrumento de los poderes fácticos pagados y mantenidos por las oligarquias, causantes de todos los males, de todas las guerras, de todas las crisis., Pero algún día se abriran de nuevo las alamedas.

Cuentame como va la publicación del libro. Yo sigo leyendolo poquito a poco, como se saborean las cosas buenas, el buen vino y el buen sexo, con delicadeza, oliendo cada verso, palpando cada letra.

Suerte amigo y salud compañero