Las luces de los postes
alumbran
las calles de tu cuerpo.
Te logro ver a contra luz
apoyada en tu mirada.
Ciño tu sombra como si te tocara.
Siento que te toco.
Estás desnuda.
En cierta calle.
En cierta esquina.
Jugando con la noche
estrellada.
Por que la noche queda
fuera,
en tu presencia.
Porque tú no duermes
conmigo en su sombra.
Las flores.
Las Plantas.
La Tierra.
Eres el rocío,
de todas ellas:
En la nieve en el techo
de la cordillera.
En la espuma de la cresta
de la marea.
La saudade no existe,
en la calle de tu sombra
que me rodea.
1 comentario:
muy bello poema, dulce, suave, tierno...
un abrazo
ana rosa bustamante morales
http://poemaseroticoslanegrachucara.blogspot.com
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