Los autos jamás se detienen.
Carretera infinita.
Ruido marino.
Mientras yo, como siempre…
Hojeo, hojas
Antiguos versos
Miro mi escritorio,
Mi lámpara compañera…
Que si fuera mujer
Le haría el amor,
Para apagar su luz
Y beber su sudor.
En la esquina que miro
Roba-autos esperan su presa herida,
como cóndor de rapiña.
y dos perros pelean por un hueso.
el sol desaparece en los cerros
y por el arrebol, pasan aviones con pasajeros
Tristes, alguien deja a otro.
Regreso a mi escritorio:
Mis versos antiguos,
Toman presente con el segundo vaso de vino…
Mientras pasa una ambulancia,
una mujer recuerda su pasado,