No recuerdo un beso.
Sino miles…
Y si te abrasé,
fueron millones.
Pero son recuerdos
Dobles.
Como las monedas
Y sus caras:
Para mi amor
Un sello,
Para tu amor
La cara,
Junto a tu boca
y cabello.
Fuiste el viento
Que viajaba.
Yo el árbol
Que me quedaba,
Con tu roce, con tu aroma
Con tu sentir invisible.
Con tus caricias sin manos.
Árbol sin raíces
Soy yo…
Me forjé en el abismo
De los bosques viejos
y en un otoño,
vi que sólo
a mi, me quedan hojas.
Y desde entonces
compré un lápiz
y te escribo.
La poesía es bálsamo y ácido corrosivo a la vez. No es sensato embalsamar el odio! La poesía tiene base y cima en el hombre: en él se crea y hacia él asciende. La poesía no puede engañar.
Contacto:
Contacto : wanko@hotmail.es
viernes, 15 de mayo de 2009
miércoles, 6 de mayo de 2009
VI
No cociné
Mis manos
Eran plomos
Tirados al mar
Con azuelos
Sin filos.
Las personas
Ya no lo eran
Son billetes con ojos
Y los perros
Cruzan en verde
Para no morir con el rojo.
La gente llamando a la muerte.
Los mendigos eran
Palomas en la plaza
Y las palomas
Pedían dinero.
Los pacos
Se agolpaban
En las esquinas
Abriendo las heridas
Las putas eran damas
Y las señoras ajedrez.
De los edificios
Caían la gente. Es otoño.
Alguien llora
En lo alto
Y una lágrima
Me moja el pelo.
Esta lloviendo
Sangre,
Las nubes
Son corazones
Heridos
El cielo
Millones de caras
Desconsoladas
Mirando
Como yo
Limpio las calles
Con mis pasos.
Mis manos
Eran plomos
Tirados al mar
Con azuelos
Sin filos.
Las personas
Ya no lo eran
Son billetes con ojos
Y los perros
Cruzan en verde
Para no morir con el rojo.
La gente llamando a la muerte.
Los mendigos eran
Palomas en la plaza
Y las palomas
Pedían dinero.
Los pacos
Se agolpaban
En las esquinas
Abriendo las heridas
Las putas eran damas
Y las señoras ajedrez.
De los edificios
Caían la gente. Es otoño.
Alguien llora
En lo alto
Y una lágrima
Me moja el pelo.
Esta lloviendo
Sangre,
Las nubes
Son corazones
Heridos
El cielo
Millones de caras
Desconsoladas
Mirando
Como yo
Limpio las calles
Con mis pasos.
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