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sábado, 14 de agosto de 2010

No existe

Estuve

en un edificio

que no existe.

En un departamento

que no existe.

Con habitaciones

que no existen.

Con camas

que no existen.

Con frazadas y sabanas

que no existen.

Con mujeres

que no existen.

Que dan un amor

que no existe.

Que dan besos

y caricias

que no existen.


Con ventanas que dan

a una ciudad que no existe.

Donde miro una calle

que no existe.

Por donde pasan autos

que no existen.


Yo soy un

poeta que escribo

al amor que existe:

Entonces el lápiz

con el cual escribo

no existe.

Y este poema

que lees

tampoco existe.

Por que la tinta de mi

lápiz no existe.


Y no estará en ninguna

página de algun libro

porque no existe.

viernes, 6 de agosto de 2010

Doca




No me crees?

Estoy sentado en la banca

Mirando el mar…

Tengo frío.

Es la mañana

y me quedo pegado

mirando como surcan

las gaviotas las olas.


Y Eres tú, la que me sorprende.

Con un copón en la mano

lleno de vino.


Con un vestido largo

y con mi chaetón preferido.


Bebo y te beso.

Te miro a los ojos,

como la primera vez.


Pareciera que siempre

es la primera vez.


Te pareces a las docas

que florecen en la arena.


Solo se escucha el sonido

del mar.


Los niños están a dentro de la casa

y los perros en la reja que da a los vecinos.


La gata, como siempre no sé

donde se mete,

pero aparece

cuando suenan

los platos en la cocina

escondida en la cortina.


Te miro…

Y tienes los mismos ojos

de entonces,

cuando te prometí esto

y tú lo veías como un sueño.


Quien dijo que no es un sueño?


Es un sueño.


Los sueños son reales,

por que no soñamos con la realidad.


Apoyas tu cabecita en mi hombro

y no hablamos aun nada.


Solo nuestros cuerpos

traspasándose el calor del cariño

de la dos mitades de naranjas,

por fin juntas.


Te ríes con boca de olas

y me miras como el sol

en el ocaso.


Si supieras que eres el manantial

de mi sangre:


Los dedos de mi mano.

El sonido de mis pasos.


Si supieras que te miro

cuando duermes,

que te beso en la frente

y no me sientes.


Aun no hablamos…


Y la banca nos sostiene.

Tu cabecita está en mi hombro.
Sostengo el copón de vino
Ya casi vacío.

Te llama el huerto,

que tanto amas y cuidas:
Voy a ir por zanahorias
y cebollas.

Y tu voz rompe como una ola.

Acompáñame a caminar

y mi mano se hace alga a la roca.

Y los niños?

Déjalos, que ya no son niños.

Que tendrán otro camino.

Déjalos, que tienen nuestro cariño.

Y como mar a la arena.
Como sal a la mar.

Como bote a su estrella.

Nuestros cuerpos unidos
en el mar al remar.

domingo, 1 de agosto de 2010

Brenda






Mariposa sin alas.

Sirena sin escamas.


Llevas tu cintura

en la curva de mi locura.


Ojos verdes del pacifico

que engañan

las líneas de tus piernas,

en tu vientre que me bañan.